Y es que el artilugio que hoy nos ocupa se encuentra ya en peligro de extinción. De ser relativamente popular hace tan sólo unos cuantos años, ha pasado a ser difícil de localizar en las calles holandesas. Pero, ¿de qué estamos hablando?
Pues nada menos que de las ventanas con retrovisor automovilístico. Esta invención, genuina como pocas, aúna dos de las más importantes características del holandés medio: una extrema organización junto con un inusitado amor por el bricolaje. Y es que, si llega el momento de cotillear, qué mejor que hacerlo de manera profesional.
De este modo, los aburridos abueletes que pasan las horas vigilando la calle desde su ventana pueden estar absolutamente seguros de no perderse los eventos del lado izquierdo de la calle mientras observan atentamente cualquier novedosa intrascendentalidad en el derecho.
Lo dicho, una auténtica lástima que el país vaya perdiendo de esta manera su patrimonio cultural.
Ventana "panorámica" |
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Los espejos en las ventanas no tienen la finalidad de cotillear, sino de poder ver desde la ventana quien llama al timbre sin tener que abrir la ventana y que entre el frio...
ResponderEliminarSuelen encontrarse en casas de gente mayor, y edificios antiguos.. fijate y veras que es cierto.
Ya hombre, si es una broma. Yo imaginaba que sería para entretenerse mirando la calle, pero observar gente desconocida de un lado para otro tampoco se puede llamar cotillear... Eso si, la costumbre no deja de ser curiosisima y en serio pienso que es una pena que se pierda! Saludos!
ResponderEliminarla semana pasada vi una ventana con retrovisor en una casita cerca del río Zan, y pensé que sería para ver quien llamaba a la puerta sin tener que salir de la habitación jeje
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