Guias de supervivencia para residentes, viajeros, o simplemente curiosos.
martes, 31 de enero de 2012
Pedir un café
Hoy, otro de estos artículos que son aplicables a Holanda pero pueden perfectamente serlo a muchos otros paises; las diferencias conceptuales en cuanto al café.
Algunos de vosotros, al ir a pedir tranquilamente el café del desayuno a un bar cualquiera, os habréis encontrado con la desagradable sorpresa de que, además de cobraros dos eurazos, os sirven un tazón inmenso de un líquido marrón acuoso que dista mucho de parecerse a aquello que nosotros conocemos como café. Tal vez hayáis pensado que el problema estaba en el establecimiento concreto y hayáis puesto en práctica un segundo intento, ante el cual habréis obtenido idéntico resultado. Quizás incluso hayáis alcanzado una tercera fase, intentando razonar con el camarero conceptos como "short coffee" o "less water". Los que hayáis recorrido esta tortuosa senda del café, sabréis que todo esto es inútil.
Poner la funda a un edredón nórdico
Este pequeño manual no es específico para aquellos que planeen vivir una temporada en Holanda, sino que puede aplicarse a muchos otros paises extranjeros. A día de hoy, dado el punto de globalización que hemos alcanzado (véase IKEA), puede que muchos de vosotros ya hayáis adaptado vuestra ropa de cama al modelo nórdico y consideréis este artículo una perogrullada innecesaria. Para el resto, ahi va una pequeña explicación:
Tras toda la vida en España, yo sólo había utilizando nuestro modelo tradicional de sábana-inferior, sábana-superior, manta/s (y, opcionalmente, colcha fina de función decorativa). También conocía de vista el modelo mixto, que viene siendo el tradicional, con la novedad de sustituir las mantas por un edredón nórdico y dar asi a la ropa de cama una consistencia más ligera. Éste segundo fue el modelo que yo tenía en mente cuando llegué por primera vez a Holanda.
Sin embargo, mi sorpresa fue grande cuando, tras adquirir el edredón, comencé a toparme con problemas para encontrar la sábana de arriba. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que existía un tercer modelo en el mundo; el nórdico (y de que el "modelo dos" no era más que una mezcolanza arbitraria de esas que tanto nos gustan por estos lares).
domingo, 29 de enero de 2012
Menú de categorías desplegable
Si alguien esta interesado en colocar un menú de categorías desplegables como el de este blog, para poder ver los títulos de cada post antes de clickar sobre ellos (personalmente, me parece una organización mucho mas limpia que la estándar), no tiene mas que seguir los pasos de este post:
Artículo acerca de categorías desplegables en blog vagabundia
He decidido compartirlo aquí porque el loclizar esta información no me resulto tan sencillo como puede parecer a priori. Resta mencionar que aunque el autor recomienda limitar el numero de títulos desplegados por cada categoría, aquí se ha mantenido esta cifra alta (cien, creo recordar) para evitar que ninguno de los manuales pase desapercibido.
martes, 17 de enero de 2012
Todo sobre las Bicicletas Holandesas
En lugar de ser un elemento asociado al ocio o al deporte, aquí la bicicleta es un medio de transporte. De hecho, es EL medio de transporte. Los holandeses la utilizan para ir al trabajo, para ir a la compra, para quedar con sus amigos o incluso para salir por la noche (si, el pedalear correctamente con cierto contenido etílico en la sangre parece formar parte de sus habilidades). La usan bajo el sol, conducen sobre el hielo resbaladizo cuando ha nevado, sostienen sin problema un paraguas a la par que conducen cuando llueve y no dudan en transportar a sus hijos lactantes en la cestita que se coloca delante del manillar.
Muchas personas que residen en una ciudad diferente a la de su empleo y han de tomar el tren para ir a trabajar mantienen dos bicicletas a la par. Con una cubren el tramo que va desde su casa hasta la estación, dejándola aparcada antes de subir al tren. A la hora de bajar, recorren el trayecto restante hasta la oficina en la bicicleta numero dos, que aguardaba en la estación de destino, donde volverá a reposar al terminar la jornada. Con este tipo de sistema, no es de extrañar que la estadística en este país sea de dos bicicletas por habitante.
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