Se aproxima uno de los seis días festivos que tenemos a lo largo de todo el año los que trabajamos en los Países Bajos: El koninginnedag o día de la reina, día en que tiene lugar la que es sin duda la fiesta más importante de toda Holanda. ¿Y qué conmemora exactamente tan señalada fecha? Pues el cumpleaños de la reina (suspiro). Si las gentes de este país presentan de por sí un extraño fetiche rayano en lo infantil con las fiestas de cumpleaños, imaginaos la que se arma cuando tan trascendente evento corresponde al rey o reina, el representante de la nación. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras y esta fiesta es para verla, acompañaré todo lo que se cuenta en este artículo con bastantes fotografías, unas mías y otras prestadas del señor google.
El día de la reina lleva celebrándose en Holanda desde 1880 y ha sido el cumpleaños de tres reinas consecutivas: Wilhermina, Juliana y la actual Beatrix. El siglo diecinueve fue una época de cambios en Europa. La revolución industrial enriqueció a personas no pertenecientes a la nobleza y la sociedad empezó a demandar una constitución y privilegios liberales; las monarquías empezaban a parecer obsoletas. Los ministros del momento consideraron oportuno llevar a cabo una maniobra propagandística para devolver al trono la popularidad perdida y no hay nada que seduzca más al pueblo que una buena fiesta. Sin embargo, dada la escasa estima que se tenía al rey, creyeron más juicioso dedicar la nueva festividad a la princesita Wilhermina, que a sus cuatro años difícilmente se habría granjeado muchas enemistades. Empezaron pues a celebrar el día de la princesa como un amalgama de fiesta nacional y homenaje a la monarquía con la intención que los ciudadanos siguiesen identificando ambos como una misma cosa. Cuando Wilherminita se hizo reina por fin la fiesta pasó a llamarse día de la reina y la iniciativa tuvo tanto éxito que la celebración perdura hasta nuestros días y la monarquía sigue siendo bastante querida en los Países Bajos. ¿Imagináis a los españoles emocionados, vestidos de rojo y amarillo, vitoreando a Juan Carlos por todo Madrid?
Aunque en teoría se celebra el cumpleaños de la reina, los holandeses son ante todo pragmáticos y durante el reinado de Beatrix hicieron una pequeña trampa y mantuvieron la fecha correspondiente a Juliana, el 30 de abril, pues sería un fracaso trasladar al invierno un festejo que tiene lugar principalmente al aire libre. Y ahora estamos de nuevo en época de cambios. Durante el koninginnedag de este año la reina actual cederá su posición al príncipe Willem, que en esta fecha se convertirá en rey. Así, el día de la reina dejará de existir y se transformará por primera vez en su historia en el día del rey o koningsdag trasladándose, esta vez sí, al 27 de abril.
Sin embargo, en lo que a fiestas se refiere, el motivo es al fin y al cabo lo de menos. ¿Cómo es la fiesta en sí?
Cuanto más nos aproximemos al centro más apretados estaremos |
El día del monarca se se celebra en todo el país, aunque sin duda la fiesta más multitudinaria de todas tiene lugar en Amsterdam, donde acuden en masa visitantes de todas partes. Jóvenes, viejos y niños salen juntos a la calle en una especie de macrobotellón que empieza tempranito por la mañana y se prolonga hasta el anochecer. Este día se vuelve legal beber en la calle, cosa que normalmente está prohibida, aunque tened cuidado pues en teoría permiten sólo una bebida por persona (ya sabéis, llevaos una botella de dos litros). Hay tanta tanta tanta gente que para evitar disgustos paralizan la mayor parte de los tranvías de la cuidad. Pero si no os entusiasman las multitudes no os asustéis pues si os alejáis del puro centro la fiesta continúa pero sin ser tan asfixiante.
Te visten hasta al perrico |
Para quien guste de música y ambientes discotequeros, las principales plazas de la ciudad se llenan de conciertos y DJs, reuniendo multitudes abrumadoras bailando al aire libre. Son también muy típicas las fiestas en barco. Los canales se abarrotan de botes que cuan mini discotecas móviles van surcando la cuidad, cada uno con su música particular sonando a todo volúmen.
¡Esto es un canal! (entre barco y barco hay... otro barco) |
Típico puesto de liquidación de desván |
Típico bar improvisado por las calles de la ciudad El abuelete se trae su termo y te vende un café |
Además de vender cosas, los holandeses organizan en este día las actividades más variopintas. Este aspecto de la fiesta está pensado especialmente para los niños pero cualquiera (si no va excesivamente perjudicado, imagino) puede participar en la mayoría de las actividades si así lo desea. Puedes, por mencionar algunas alternativas, visitar un puesto para que te pinten cara o uñas con los colores patrios, concursar en una carrera de sacos o probar tu puntería a huevazo limpio sobre la cara de un desafortunado lugareño. Véase por ejemplo al futuro rey Willem Alexander dándolo todo en un concurso de lanzamiento de váteres.
¡Toma pelotazo! |
¡Toma vaterazo! |
¡Toma huevazo! |
Por ejemplo puedes disfrazarte de plátano y dar un concierto con una harley como decorado |
Vosotros también podéis hacer todas estas cosas, así que si os animáis id pensando qué papel podríais representar en la fiesta. Eso si, sed previsores porque para armar el tenderete en según qué lugares existe una competencia brutal y muchos optan por marcar con tiza la noche anterior la parcela que planean ocupar
(y sí, aquí ese sistema suele respetarse). No os confundáis como yo, que en un principio pensé que a medio Amstelveen le había dado por jugar el mismo día a la mariola.
La obra del artista (si, no le deis más vueltas, son palos apilados) |
Tras derrumbar accidentalmente tamaña obra de arte y, con gran arrepentimiento, armar una estructura nueva con la cual el afectado quedó más satisfecho si cabe que con la original, salimos de esa casa para ir a parar a la vivienda de un cantante de ópera que daba un recital en su salón decimonónico. No contento con esto nuestro divo, pues de divo eran su porte y su actitud, fue más tarde a cambiarse de vestuario y reapareció secundado por una marcha trompetera y vestido de soldado prusiano, saliendo a amenizar a los transeúntes con un desfile militar en medio de la acera. Curiosa esta improvisada incursión en el micromundo de los cantantes de ópera, donde las modas permanecen inalterables, el más guay es quién mejor canta y para impresionar a tus amigos no hay como hacerse con una partitura antigua.
Una fiesta tan multitudinaria tiene sus consecuencias..... |
Aquí os dejo el programa y la lista completa de eventos de este año (en inglés) y un video que refleja muy bien los distintos ambientes y actividades que os he ido contando.
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