domingo, 14 de abril de 2013

El día de la reina o día del rey, la mayor fiesta de toda Holanda


Se aproxima uno de los seis días festivos que tenemos a lo largo de todo el año los que trabajamos en los Países Bajos: El koninginnedag o día de la reina, día en que tiene lugar la que es sin duda la fiesta más importante de toda Holanda. ¿Y qué conmemora exactamente tan señalada fecha? Pues el cumpleaños de la reina (suspiro). Si las gentes de este país presentan de por sí un extraño fetiche rayano en lo infantil con las fiestas de cumpleaños, imaginaos la que se arma cuando tan trascendente evento corresponde al rey o reina, el representante de la nación. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras y esta fiesta es para verla, acompañaré todo lo que se cuenta en este artículo con bastantes fotografías, unas mías y otras prestadas del señor google.

El día de la reina lleva celebrándose en Holanda desde 1880 y ha sido el cumpleaños de tres reinas consecutivas: Wilhermina, Juliana y la actual Beatrix. El siglo diecinueve fue una época de cambios en Europa. La revolución industrial enriqueció a personas no pertenecientes a la nobleza y la sociedad empezó a demandar una constitución y privilegios liberales; las monarquías empezaban a parecer obsoletas. Los ministros del momento consideraron oportuno llevar a cabo una maniobra propagandística para devolver al trono la popularidad perdida y no hay nada que seduzca más al pueblo que una buena fiesta. Sin embargo, dada la escasa estima que se tenía al rey, creyeron más juicioso dedicar la nueva festividad a la princesita Wilhermina, que a sus cuatro años difícilmente se habría granjeado muchas enemistades. Empezaron pues a celebrar el día de la princesa como un amalgama de fiesta nacional y homenaje a la monarquía con la intención que los ciudadanos siguiesen identificando ambos como una misma cosa. Cuando Wilherminita se hizo reina por fin la fiesta pasó a llamarse día de la reina y la iniciativa tuvo tanto éxito que la celebración perdura hasta nuestros días y la monarquía sigue siendo bastante querida en los Países Bajos. ¿Imagináis a los españoles emocionados, vestidos de rojo y amarillo, vitoreando a Juan Carlos por todo Madrid?

Aunque en teoría se celebra el cumpleaños de la reina, los holandeses son ante todo pragmáticos y durante el reinado de Beatrix hicieron una pequeña trampa y mantuvieron la fecha correspondiente a Juliana, el 30 de abril, pues sería un fracaso trasladar al invierno un festejo que tiene lugar principalmente al aire libre. Y ahora estamos de nuevo en época de cambios. Durante el koninginnedag de este año la reina actual cederá su posición al príncipe Willem, que en esta fecha se convertirá en rey. Así, el día de la reina dejará de existir y se transformará por primera vez en su historia en el día del rey o koningsdag trasladándose, esta vez sí, al 27 de abril.


Sin embargo, en lo que a fiestas se refiere, el motivo es al fin y al cabo lo de menos. ¿Cómo es la fiesta en sí?


Cuanto más nos aproximemos al centro más apretados estaremos


El día del monarca se se celebra en todo el país, aunque sin duda la fiesta más multitudinaria de todas tiene lugar en Amsterdam, donde acuden en masa visitantes de todas partes. Jóvenes, viejos y niños salen juntos a la calle en una especie de macrobotellón que empieza tempranito por la mañana y se prolonga hasta el anochecer. Este día se vuelve legal beber en la calle, cosa que normalmente está prohibida, aunque tened cuidado pues en teoría permiten sólo una bebida por persona (ya sabéis, llevaos una botella de dos litros). Hay tanta tanta tanta gente que para evitar disgustos paralizan la mayor parte de los tranvías de la cuidad. Pero si no os entusiasman las multitudes no os asustéis pues si os alejáis del puro centro la fiesta continúa pero sin ser tan asfixiante.


Te visten hasta al perrico
Lo principal es ir uniformado. Veréis coronas inflables, sombreros cowboys, boas, pelucas, gafotas y toda suerte de atuendos festivos que cumplen una condición principal: Ser de color naranja, el color de la monaquía holandesa. Infinidad de tontadas de este tipo se venden con meses de antelación en las tiendas del país. De hecho a los holandeses les gusta tanto disfrazarse así que su idioma posee una palabra específica para designar el hecho de vestirse de naranja en masa: oranjekoort o fiebre naranja, fenómeno que se da por ejemplo siempre que juega la selección nacional (¡aunque el partido ni siquiera sea importante!)


Para quien guste de música y ambientes discotequeros, las principales plazas de la ciudad se llenan de conciertos y DJs, reuniendo multitudes abrumadoras bailando al aire libre. Son también muy típicas las fiestas en barco. Los canales se abarrotan de botes que cuan mini discotecas móviles van surcando la cuidad, cada uno con su música particular sonando a todo volúmen.


¡Esto es un canal!
(entre barco y barco hay... otro barco)


Típico puesto de liquidación de desván
Pero sin duda una de las características más destacables del día de la reina es el mercado libre o vrije markt. Durante esta jornada no sólo se levanta la prohibición de beber alcohol en la calle sino que además todo el mundo puede vender lo que quiera donde quiera sin necesidad de permisos o licencias (estamos hablando de productos legales, entendámonos). De modo que los habitantes de los Países Bajos aprovechan esta celebración para hacer limpieza de trastero y montar puestecillos callejeros con las cosas que ya no necesitan.



Típico bar improvisado por las calles de la ciudad
El abuelete se trae su termo y te vende un café
Pero ni mucho menos nos vamos a encontrar solamente con puestos de este tipo. Los holandeses, que por supuesto no van a desaprovechar una oportunidad tan clara de hacer negocio, ponen a funcionar su gen comerciante para ingeniar todo tipo de tenderetes alternativos. Son muy comunes los puestos que venden comida y bebida, especialmente cervezas, a la sedienta marea humana de visitantes e incluso hay gente que transforma su hogar en bar por un día y puedes pasar a su salón a tomarte algo con los inquilinos (pagando, claro está). ¡Muchos incluso hacen negocio cobrando por entrar en su servicio, pues los retretes portátiles que colocan por la ciudad no dan abasto para tanto visitante!


Además de vender cosas, los holandeses organizan en este día las actividades más variopintas. Este aspecto de la fiesta está pensado especialmente para los niños pero cualquiera (si no va excesivamente perjudicado, imagino) puede participar en la mayoría de las actividades si así lo desea. Puedes, por mencionar algunas alternativas, visitar un puesto para que te pinten cara o uñas con los colores patrios, concursar en una carrera de sacos o probar tu puntería a huevazo limpio sobre la cara de un desafortunado lugareño. Véase por ejemplo al futuro rey Willem Alexander dándolo todo en un concurso de lanzamiento de váteres.


¡Toma pelotazo!
¡Toma vaterazo!
¡Toma huevazo!



Por ejemplo puedes disfrazarte de plátano
 y dar un concierto con una harley
como decorado
Los que no pueden o no quieren vender nada pero poseen alguna habilidad especial se afanan en representar sus números al aire libre a ver si recaudan unas monedas, con lo que las calles se plagan también de músicos y pequeñas bandas más y menos profesionales.

Vosotros también podéis hacer todas estas cosas, así que si os animáis id pensando qué papel podríais representar en la fiesta. Eso si, sed previsores porque para armar el tenderete en según qué lugares existe una competencia brutal y muchos optan por marcar con tiza la noche anterior la parcela que planean ocupar
(y sí, aquí ese sistema suele respetarse). No os confundáis como yo, que en un principio pensé que a medio Amstelveen le había dado por jugar el mismo día a la mariola.


La obra del artista
(si, no le deis más vueltas,
 son palos apilados)
En resumen, en la ciudad pasan cosas. Hay una tontería nueva que descubrir a la vuelta de cada esquina y no llega el día para verlas todas. Los habitantes de la ciudad se muestran excepcionalmente sociables y muchos vecinos se sacan su mesa a la acera para conversar con los transeuntes o abren las puertas y te permiten colarte en su domicilio. El año pasado nos encontramos con un individuo extraño con ínfulas de artista que hablaba en susurros y pintaba un retrato (¡y éste si era gratuito!) a todo aquel que se aventurase a entrar en su taller, un bajo desierto con suelo de cemento en el que guardaba entre otras cosas la valiosa escultura de la foto.



Tras derrumbar accidentalmente tamaña obra de arte y, con gran arrepentimiento, armar una estructura nueva con la cual el afectado quedó más satisfecho si cabe que con la original, salimos de esa casa para ir a parar a la vivienda de un cantante de ópera que daba un recital en su salón decimonónico. No contento con esto nuestro divo, pues de divo eran su porte y su actitud, fue más tarde a cambiarse de vestuario y reapareció secundado por una marcha trompetera y vestido de soldado prusiano, saliendo a amenizar a los transeúntes con un desfile militar en medio de la acera. Curiosa esta improvisada incursión en el micromundo de los cantantes de ópera, donde las modas permanecen inalterables, el más guay es quién mejor canta y para impresionar a tus amigos no hay como hacerse con una partitura antigua.


Una fiesta tan multitudinaria tiene sus
consecuencias.....
La recomendación de este blog es empezar la fiesta tempranito y aprovechar bien el día, pues la noche es un poco decadente (se parece a un sábado normal en el que simplemente se va de fiesta a los locales, pero con cantidades y cantidades de mierda por todas partes). Además es recomendable no estar siempre en el mismo sitio sino irse moviendo, pues en esta jornada suceden cosas para todos los gustos, algunas programadas por la ciudad y otras espontáneas. Aparecen desde bandas de música popular hasta DJs, e incluso se celebran unas olimpiadas para drag queens. Y los más tranquilitos siempre pueden mirar los puestecillos (que muchos ni vemos) y acabar llevándose a casa alguna ganga interesante.


Aquí os dejo el programa y la lista completa de eventos de este año (en inglés) y un video que refleja muy bien los distintos ambientes y actividades que os he ido contando.



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