Imaginaos un universo paralelo en el que coexisten el batman de Nolan y el de Tim Burton, sólo que a uno le llaman batman y al otro don murciélago y pueden dedicarse a sus quehaceres de superhéroe sin que nadie repare demasiado en el pararelismo entre ambos. Pues si sustituimos superhéroe por individuo místico que reparte regalos porque sí, esta situación se da cada navidad en los Países Bajos con sinterklaas. ¿Pero quién es sinterklaas exactamente?
Sinterklaas, Sint para los amigos, es un señor de larga barba blanca y ropajes escarlata que desde hace casi un milenio viene visitando los Paises Bajos cada navidad. Tiene un caballo blanco llamado Amerigo y un barco de vapor de nombre pakjesboot 12, montado en el cual se desplaza desde su cuidad de residencia, que no es otra que... ¿¿¿Madrid???. Tras esta complicada travesía marítima (¿o será fluvial?) Sint desembarca cada Noviembre en costas holandesas para repartir presentes a todos los infantes que han tenido un comportamiento aceptable durante el resto del año. ¿Os suena algún otro barbudo de rojo que agasaje a los niños en fechas invernales? No puede ser simple casualidad....
Intentaremos explicar la evolución de estos personajes de la forma más resumida posible, pero como es harto complicada os he hecho un diagrama explicativo:
Todo empezó con Nicolás de Mira, un obispo turco que vivió en el siglo cuarto y se hizo famoso por proteger a los más débiles, especialmente los niños. Tras su muerte fue canonizado por la iglesia católica, por lo que pasó a conocerse como San Nicolás. De algún modo sus hazañas fueron entretejiéndose en el imaginario popular con el vigor y el caballo del dios nórdico Odín y este santo, cada día más mitificado, se popularizó de tal manera que el siglo trece los holandeses ya celebraban su fiesta, una especie de macrobotellón durante el que además se dejaba dinero en los zapatos de la gente pobre. Cuando Holanda se convirtió al protestantismo los nuevos predicadores intentaron eliminar la festividad de San Nicolás por estar cargada de elementos paganos (agasajar a los niños en diciembre venía haciéndose desde tiempos de los romanos con una u otra excusa). Pero no fue posible erradicar la tradición, tan arraigada en los holandeses que la llevaron consigo al continente Americano cuando fueron a colonizar los Estados Unidos en el siglo diecisiete. Varias generaciones depués, mientras el mito europeo evolucionaba al actual Sinterklaas, los americanos habían transformado al santo en un duende enano y delgado vestido de verde de nombre Santa Claus que viajaba en trineo volante. Tuvo que venir la coca-cola a desfacer el entuerto en los años treinta, devolviendo al buen hombre su forma humana y su indumentaria de color rojo. Y con la globalización cultural característica del último siglo, los estadounidenses consiguieron exportarnos un producto que de hecho ya teníamos enviando a su Santa Claus de vuelta a Europa, donde coexistiría con su predecesor en una especie de paradoja espaciotemporal.
Aunque en la actualidad el festejo más importante en Holanda es el de Sinterklaas, celebrado el cinco de Diciembre, en la decoración navideña neerlandesa pueden encontrarse pósters y figuritas tanto de uno como del otro y de hecho son muchas las familias que se apuntan también a los regalos del día 25 (algo similar a lo que hacemos nosotros con Papa Noel y los reyes magos).
Hagamos una pequeña comparativa. En cuanto a transportes, ambos venerables ancianos son igualmente originales. Uno tiene un trineo tirado por renos que vuelan y el otro un barco de vapor capaz de atravesar por tierra la meseta ibérica. Mientras que Santa va por el mundo en una especie de chándal de felpa, Sint todavía conserva su atuendo episcopal (capa, mitra y cayado dorado). Además tiene muy buen porte si lo comparamos con el americano rechonchito y barrigón. Esto resulta paradójico si tenemos en cuenta que Santa desciende él mismo por las chimeneas para repartir los regalos mientras que Sint posee un número indefinido de ayudantes que hacen el trabajo sucio (nunca mejor dicho) por él. Esto nos lleva al segundo protagonista del día que no es otro que Pedro el Negro o Zwarte Piet en versión original, el fiel criado que ayuda a sinterklaas a llevar a buen puerto (nunca mejor dicho otra vez) su difícil misión. Y es que si la historia del papa noel por duplicado ya tiene tela, el que la versión holandesa vaya acompañada de un pizpireto ayudante de raza negra sospechosamente parecido a un esclavo no hace sino aderezar el asunto.
Desde muy antiguo, el mito cuenta que sinterklaas no va solo, sino que todo el trabajo duro es efectuado por un criado negro llamado Piet mientras que Sint observa la jugada con elegancia. El origen de este nuevo personaje no está del todo claro y existen teorías para todos los gusto, tanto más edulcoradas cuanto más nos acercamos a la época actual. Unas versiones dicen que es un demonio domesticado, otras que un simple criado moro, otras que un esclavo etíope (eso sí, liberado por sinterklaas y que ejerce de sirviente por amor al arte) y la más inverosímil afirma que es nada más y nada menos que un deshollinador italiano, no siendo su tonalidad negruzca otra cosa que restos de inocente carbón. Curioso hollín que tizna la piel pero deja intactas las vestiduras. Pero no sólo el origen de Piet es tema de debate sino que también su multiplicidad. Durante siglos zwarte Piet fue una única persona, el único y exclusivo ayudante de sinterklaas. Sin embargo en cierto momento el obispo pasó de ir acompañado de un negrito a rodearse de todo un enjambre, tornándose su nombre un concepto plural: los zwarte Pieten o Pedros negros. ¿Quién fue el artífice de semejante transición? Los soldados canadienses que vinieron a liberar Holanda de los alemanes al final de la segunda guerra mundial. Una vez la contienda hubo finalizado, estos señores se quedaron para ayudar en otra tarea de importancia similar; la organización de la primera navidad tras la liberación. Y en estas se les ocurrió que si un zwarte Piet era simpático, un gran grupo de ellos sería la repanocha. Así que aprovecharon su experiencia castrense para crear un ejército de Pietes en la más pura linea de los enanos de Blancanieves: el Piet cocinero, el Piet contable, el Piet que se encarga del caballo... Y todos ellos brincando lozanamente, más vivarachos que nunca, en torno a un impasible sinterklaas.
Lo más chocante del asunto es que, al contrario de lo que pasó en mi pueblo, dónde tras la llegada de una oleada de inmigrantes africanos el papel de rey Baltasar quedó adjudicado con mucha lógica a uno de estos individuos de color, los zwarte pieten son siempre interpretados por blancos pintados de negro (y será por negros de verdad en el metro 53...). Podéis ver en el lateral uno de los típicos kits de disfraz que se ponen a la venta todos los años con su pintura facial negra y su pintalabios rojo pasión (no se veían africanos de labios resplandecientes desde las bolsas de conguitos). Un punto para los holandeses por mantener sus tradiciones a pesar de las críticas y la corriente de pensamiento políticamente correcta que impera en estos tiempos, aunque desde fuera todo esto nos choque mucho (¡mucho!). Eso sí, según rumores hubo una edición en que el ayuntamiento de Amsterdam cedió a las presiones y puso a circular piets de todos los colores del arcoiris.... (¿os acordáis del episodio de la bandera de South Park?). Por suerte la cosa no pasó de ahí y en la edición siguiente todo volvió a la normalidad.
En definitiva, no os metáis con los Piets pues son uno de los elementos navideños más queridos por el público holandés, lo que se refleja en la comercialización masiva de simpáticos muñequitos en todos los formatos posibles. Hay que verlos simplemente como una tropa de elfos sureños un poco agitanados. Me queda una duda sin embargo, y es si en los grupos de amigos compuestos mayoritariamente por negros se pone deliberadamente a hacer de Sint a uno de ellos pintado de blanco para conseguir el efecto contrario.
Continuando con la comparación, en general todo lo que hace Sint tiene un aire más creíble que las barrabasadas que se le atribuyen a Santa (no me ireis a comparar tener un castillo en Madrid con una factoría de elfos en el polo Norte). Por ejemplo el obispo no sabe por arte de magia quién se ha portado bien, sino que llega a los Países Bajos con un mes de antelación para ponerse al día y registrar toda la información en un libro rojo sospechosamente parecido a una biblia. Así, durante todo el mes de noviembre se organizan desfiles en diversas ciudades a lo largo de todo el país para que Sint salude a los niños e investigue cuál ha sido su comportamiento durante su ausencia. Para dar más credibilidad y emoción al asunto, cada año se retransmite por televisión el sinterklaasjournal, un telediario especial que te cuenta los devenires de este señor y su tropa e inventa anécdotas como que a Sint le roban los regalos o se le estropea el barco, manteniendo a los infantes en vilo hasta el mismísimo día de la fiesta. Cuando aún vivía en las afueras, un vecino holandés me contaba con emoción que en aquella ocasión Sint andaba muy preocupado pues se le había perdido un Piet todavía bebé.
Durante toda la estancia de sinterklaas en Holanda los niños buenos reciben caramelos en sus zapatos, que a falta de chimenea deben colocar en torno a la estufa (no es broma). No es hasta el último día, el mentado cinco de diciembre, cuando el santo deja por fin el premio gordo, un regalo como dios manda, en esta zona de la casa. ¿Pero por qué precisamente lo hace en esta fecha? ¡Pues porque es su cumpleaños, claro! En serio, lo que le ha dado a esta gente con los cumpleaños hay que verlo para creerlo. ¿Qué sucede por contra cuando el niño se ha portado mal? Que Sinterklaas lo mete en un saco y se lo lleva directamente a las tenebrosas tierras españolas, donde nunca más se vuelve a saber de él. Mucho cuidadito pues con decirle a un niño holandés que venís de España u os mirará como si hubieseis escapado de los mismísimos fuegos de Mordor. Por cierto, si os estabais preguntando por qué se adjudica a un santo turco la nacionalidad española con tanta arbitrariedad, la respuesta es que los restos de Nicolás de Mira se encuentran desde la edad media la ciudad de Bari, que ahora es italiana pero en su tiempo formaba parte del reino de Aragón. Lo de Madrid ya es licencia artística.
Mientras que santa y los reyes son como la empanada, cada zona tiene su propia versión, sinterklaas es como la tortilla de patatas: existe un actor oficial. Durante la friolera de veinticinco años todas las apariciones públicas del personaje en televisión fueron interpretadas por el mismo señor, un tal Bram van der Vlugt. Pero el invierno pasado me contaba la compañera de piso que era una navidad triste para su generación. El Sint que todos conocían desde pequeños y con cuya cara identificaban el personaje iba a jubilarse, dando paso a un nuevo intérprete. Lo más jodido de todo, y esto no lo supe hasta el preciso momento de escribir este artículo, es que su sucesor, es decir y para que lo tengáis claro, el sinterklaas homologado para como mínimo el próximo lustro, es nada más y nada menos que... Kees Flodder. Vamos a necesitar otro diagrama para comprender esto:
Si bien este relevo supuso una pequeña mención en un capítulo especial del sinterklaasjournal (madre mía que cacao deben tener los chavales, en unos sitios pone que el actor es sinterklaas, en otros que un fiel consejero que se disfraza como él... debe de ser como James Bond, que es la misma persona pero con otra cara) mucha más repercusión mediática tuvo otra jubilación acontecida ese mismo año. Y es que el caballo Amerigo fue sustituido tras veinte años de servicio por otro caballo llamado Amerigo. Aunque esta segunda suplantación sí podía haberse ejecutado sin que nadie se diese cuenta, recordad que estamos en los Países Bajos y si Sint se retira su caballo no puede ser menos. Décadas de evolución nos quedan a nosotros para preocuparnos de la vida laboral del camello del rey Melchor.
Y esto ha sido todo con respecto a los protagonistas holandeses de la navidad. En siguientes artículos contaremos cosas sobre la festividad en sí, ya que también tiene sus peculiaridades. Qué se hace, qué se come, qué se dice y qué se canta lo desvelaremos pues en la próxima ocasión.
Interesante artículo. Yo ya he escrito sobre este tema hace un par de años atrás, bajo el título de Meses dulces (Zoete maanden)..
ResponderEliminarAhora, debo decir que me ha sorprendido esta anécdota acerca de los canadienses, en dónde has leído esto?? Y segundo, Sinterklaas no tiene nada que ver con la Navidad, el 5 de diciembre no está considerado como ningún paralelismo navideño, ya que la festividad es anterior a la celebración de la Navidad con Santa Claus tal y como la conocemos ahora.
En mi artículo he recabado la información, y en principio la historia de Sinterklaas viene del siglo 19 gracias al libro infantil de cuentos del autor holandés Jan Schenkman, quien es el que idea la canción original de Sinterklaas "Zie ginds komt de stoomboot" con la llegada del barco de vapor en la era industrial propia de esta época. La historia de dejar el zapato (al igual que con los Reyes) data del siglo 15 y nada tiene que ver con la historia de Sinterklaas.. de todas formas, como tantas otras cosas, hay una mezcla de símbolos en esta festividad infantil, tomando como punto inicial al obispo de Licia, donde actualmente se encontraría Turquía. Otro detalle importante es que Sinterklaas no cumple el 5 de diciembre aunque eso es lo que la tradición suele decir, en realidad el día clave es el 6 de diciembre, fecha de su fallecimiento. Para los holandeses lo que cuenta es la noche del 5 al 6 de diciembre, la famosa Pakjesavond (Noche de los regalos).. espero haber aclarado algunas de las dudas :)
Para leer el artículo completo aquí el link http://www.holandahispanica.com/2010/11/zoete-maanden-meses-dulces.html
Hola, por fin he tenido tiempo de corregir los detalles que me cuentas. Por cierto que con la versión estadounidense veo que sucedió una cosa similar, muchos de los elementos del mito actual como lo del trineo con renos salieron también de otro libro, de un tal Clement Clarke Moore. Los soldados canadienses los quite de la wikipedia simplemente. Ahora he comprobado que la anécdota aparece en todos los idiomas (que son corregidos por distinta gente) así que espero que sea cierto... Saludos!
Eliminarjajaja... Que arrogante aclaratoria. Habrá que preguntarle al mismo Sinter!
ResponderEliminarEn lo que a mi respecta, lo repito, me quedo con el gordito. No más porque me cae más simpático.
Y no me consta que venga o tenga que ver algo con España. Una vez le pregunté a un Sinter si hablaba español y me dijo: "una cerveza, por favor"!
Saludos!
Jajaja vaya tela con el Papa Noel Holandés
ResponderEliminarLo que faltaba http://www.youtube.com/watch?v=LurEuv7LjMU&feature=youtube_gdata_player
ResponderEliminarte felicito por el artículo y por el blog en general, los que estamos recién llegados, nos permite acrcarnos a la cultura de este país. Tienes un bues estilo de redacción, te felcito.
ResponderEliminarGracias! :)
EliminarMINI JUEGO DEL SINTERKLAAS http://www.minijuegos.com/Sinterklaas/8721
ResponderEliminarMe encanta. Me he reído tela yo solito leyéndolo. Genial lo del barco de vapor que cruza la meseta ibérica. Te seguiré leyendo, aunque no tenga especial interes en los Países Bajos. Saludos.
ResponderEliminarintentaré pues que todos los temas tengan su gracia, para gente como tú. Pero hay que reconocer que el dueto sinterklaas-papa noel es tan absurdo que me lo puso fácil. Saludos y gracias :)
Eliminaren vdd me ha encantado coo todos los demas temas.. me ha fastidiado un poco el primer comentario ... ya k si bien puede k sea verdad.. en eso de la historia hay muuuchas versiones, y la tuya es buena y divertida .. la k dio la otra amiga me aburre porque para eso agarro el libro de historia :/ eww ... me enc ata como escribes sigue asi :D
EliminarA los conguitos le han quitado la lanza. Francisco Manuel (Sevilla)
ResponderEliminarJAJAJAJJAJJAJJAJAJ
EliminarY los labios gruesos!!
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Que descojono
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