Este verano hemos podido ver en las estanterías de los supermercados holandeses tres nuevos sabores de patatas fritas. Vale, igual ni os habéis fijado porque la sección de patatas fritas en los Países Bajos no es precisamente pequeña... Pero el asunto es que la marca Lays ha tenido a la venta durante un tiempo varios sabores de edición limitada entre los cuales se encuentra el que hoy nos ocupa; las Lays Aioli e Aglio.
Espaguetis aglio e olio |
mal la palabra alioli pero el error fue mío, ya que al parecer fuera
de España esta salsa se conoce por su nombre francés, que no es otro que aioli, en lugar del catalán alioli. Pero aún así.... ¿¿aioli e aglio??
Es decir, cogemos unas patatas, las embadurnamos de alioli, que para los que no lo sepáis es una salsa parecida a la mayonesa cuyo principal componente es el ajo, pero como nos parece que no llevan suficiente ajo todavía, rematamos la receta echándoles todavía más ajo, ya que aglio no es otra cosa que ajo, esta vez en italiano..
¡Coño, así no me extraña que nos llamen los países del ajo e intenten imitar nuestra cocina vertiendo en sus platos cantidades ingentes de ajo! ¿Pero qué tiene esta gente con el ajo? Investigando un poco, cosa que los publicistas de lays no han hecho, he descubierto que existe una receta de pasta italiana llamada aglio e olio (ajo y aceite), así que parece claro que se han hecho un lío patatero entre el alioli y el aglio e olio, dos formas de decir ajo y aceite en idiomas distintos y que representan platos bastante diferentes.
Muchas veces, tras descubrir patadas de burro como ésta, hemos deseado poder ponerles cara (¿pero quién narices es el responsable de esto?). Pues bien, en esta ocasión podemos hacerlo. Conozcamos a Rick Huisman, el apuesto mancebo que ha ideado tamaña delicatessen.
Foto para enseñar a los nietos |
Pero seamos justos, esta iniciativa no brotó por arte de magia de la cabecita de Rick, sino que forma parte de una gran campaña publicitaria de la marca Lays en los Países Bajos. La campaña, que se llama maak de smaak (haz el sabor), consistió en una serie de candidatos que debían proponer un nuevo sabor de patatas fritas, pasar varias rondas eliminatorias y hacer un poco el tonto para promocionar su sabor particular, que lays comercializaría durante al menos un año. El premio para el ganador era nada menos que 25.000 euros en metálico y el uno por ciento de las ventas del producto. Estas son las fases para encontrar un ganador en estas campañas:
Ronda 1 - Hay que inventarse un sabor y ponerlo en la página web junto con un eslógan. Sólo un nombre, no tienes que dar la receta ni nada. 25.000 por esto no esta mal, ¿eh?
Ronda 2 - Las batallas. Durante un par de meses se proyectan al aire libre los nombres de los sabores propuestos y los espectadores votan su favorito en grupos de dos. El ideólogo de cada sabor recibe un mensajito al movil cada vez que gana o pierde un combate. Abajo dejo el video de ejemplo de una de las rondas de batallas celebradas en Utrecht. Si que debe incrementar las ventas este concurso para merecer tremendo despliegue. Al final de todo el proceso quedan tres sabores finalistas.
Ronda 3 - Los tres sabores finalistas se materializan por fin en bolsas de patatas y se ponen a la venta en supermercados (¡no penséis que llegaron a formular una receta para todos los candidatos!). Los campeones de esta edición fueron Whiskey Cocktail, Spicy Reggae Chicken y nuestro predilecto Aioli e aglio.
Ronda 4 - Todo el mundo, tras poder probarlos, vota su sabor favorito por internet. En este momento los finalistas hacen campañas por su cuenta (hay por ahí un facebook del aioli e aglio si queréis ver a lo que me refiero) ya que el premio lo vale.
¡Tiembla, Ferrán Adriá! |
El 28 de ocutubre tuvimos el veredicto final. El ganador fue...... (redobles).... Spicy Reggae Chicken (abucheo tristón). Así que el amigo Rick ya puede ir abasteciéndose de tuppers y vosotros, si queréis ser de los pocos afortunados en el mundo que probaron las patatas de aioli con aglio, corred al supermercado y hacéos con los últimos ejemplares.
Ahora me vais a decir que durante toooodo este proceso... ¿nadie advirtió que el nombre aioli e aglio no tenía ni pies ni cabeza? En fin. Sabed que este es el segundo año que se celebra el concurso, así que probablemente el año próximo lo hagan de nuevo. Por 25.000 euros yo voy a presentar aceite de oliva con aceitunas, que me da que tiene bastantes papeletas para llegar a la final.
Jajaja me parto.... Estos Dutchies son la pera...
ResponderEliminarSaludos!
Si es que son tontos, son tooooontos, no sé cómo puede irles el país tan bien. ¿Cómo es posible que con lo creativos que somos los españoles no hagamos cosas para que nuestro país triunfe? Porque somos infinitamente mejores que ellos.
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