Todo sobre las Bicicletas Holandesas

Aunque conozcamos muy poco sobre Holanda, es muy probable que la primera imagen que acuda a nuestra cabeza a la hora de acordarnos de este país sea la de una bicicleta. Y no es de extrañar que esta relación subliminal haya llegado de un modo u otro a nuestro conocimiento, dado que es asombrosa la cantidad (y variedad) de bicicletas que podemos encontrar en las calles holandesas.

En lugar de ser un elemento asociado al ocio o al deporte, aquí la bicicleta es un medio de transporte. De hecho, es EL medio de transporte. Los holandeses la utilizan para ir al trabajo, para ir a la compra, para quedar con sus amigos o incluso para salir por la noche (si, el pedalear correctamente con cierto contenido etílico en la sangre parece formar parte de sus habilidades). La usan bajo el sol, conducen sobre el hielo resbaladizo cuando ha nevado, sostienen sin problema un paraguas a la par que conducen cuando llueve y no dudan en transportar a sus hijos lactantes en la cestita que se coloca delante del manillar.

Muchas personas que residen en una ciudad diferente a la de su empleo y han de tomar el tren para ir a trabajar mantienen dos bicicletas a la par. Con una cubren el tramo que va desde su casa hasta la estación, dejándola aparcada antes de subir al tren. A la hora de bajar, recorren el trayecto restante hasta la oficina en la bicicleta numero dos, que aguardaba en la estación de destino, donde volverá a reposar al terminar la jornada. Con este tipo de sistema, no es de extrañar que la estadística en este país sea de dos bicicletas por habitante.

De hecho la importancia de la bicicleta es tal en la cultura holandesa, que sus habitantes siguen a día de hoy molestos con sus vecinos alemanes por haberse apropiado de sus vehículos durante la segunda guerra mundial (durante la ocupación, Alemania requiso gran cantidad de bicicletas holandesas para facilitar la movilidad de sus tropas, y aunque supuestamente solo se trataba de un préstamo, los vehículos jamas fueron devueltos).

Dos factores influyen en esta popularización de la bicicleta. Por un lado la topología holandesa, totalmente plana, hace que pedalear no resulte tan arduo como en otros lugares. Por otro lado, tanto las calles como las normas de trafico han sido diseñadas para facilitar la vida al ciclista. Existen carriles de bicicleta en todas partes, incluso en aquellas donde no podemos encontrar aceras. Y además, en la mayoría de los casos, las bicicletas gozan de prioridad sobre el peatón.

La invasión y normalización de la bicicleta ha dado lugar a creaciones tan absurdas como las que muestra el siguiente vídeo:

Si hemos prestado atención al video, habremos observado que las bicicletas estándar que se manejan en este país corresponden al modelo clásico o de paseo. Sillín alto, ausencia de cambio de marchas, neumáticos finos... En definitiva, bicicletas bien cutres. Aunque si tenemos en cuenta la ausencia de pendientes en el terreno, la frecuencia de robos y el hecho de que la mayor parte de estos vehículos pasan el día a la intemperie, la elección de los holandeses no nos parecerá tan extraña. Eso si, hemos de hacernos a la idea de que, por alguna razón, aquí es muy popular el modelo sin frenos, y para esto si que no encuentro justificación alguna. Para quienes no hayan tenido la suerte de toparse con él hasta el momento, el "modelo sin frenos" consiste en un diseño de bicicleta carente de frenos en el manillar, que se detiene pedaleando en el sentido inverso. Así, ante un imprevisto, en lugar de pulsar una palanca lo que debemos hacer es pedalear hacia atrás. Es importante conocer de antemano la existencia de este asombroso sistema para no encontrarnos con sorpresas desagradabes a la hora de comprar/alquilar nuestro vehículo.

Alquilar una bicicleta

A la hora de hacer turismo, existen numerosos establecimientos en los que, a un precio moderado (pongamos menos de diez euros por día), podemos alquilar una bicicleta. La manera más sencilla de localizar uno de estos puntos de alquiler en cualquier pueblo o ciudad, es mediante la siguiente aplicación, especializada en encontrar puestos próximos a las principales estaciones de tren:

Puntos de alquiler de bicicletas

Su uso es bien simple. Sólo tenemos que escribir la localidad en cuestión y pulsar Vind (encontrar). Inmediatamente aparecerá a la derecha el resultado, que comienza por la dirección (incluyendo un enlace a googlemaps), a countinuación muestra el horario de apertura (openingtijden) e incluso, en ocasiones, añade una descripción verbal de cómo llegar (routebeschrijving). Obviamente no vamos a entender esta última, puesto que está en holandés, pero a estas alturas creo que todos hemos conocido ya al señor google translator...

Comprar (y conservar) una bicicleta

Robar bicicletas es un negocio sencillo y lucrativo (y si no que se lo pregunten a los alemanes...). Si pudiesemos conversar con una de estas bicicletas de paseo viejorras que pululan entre los canales, nos contaria que ha pasado por mas manos que una moneda de un euro... Con lo cual, tenemos dos opciones; hacer fluir el ciclo de vida de la bicicleta y comprar una barata antigualla a un sospechoso individuo que nos la ofrece por la calle (es decir, el "yonki de las bicicletas" ser muy común en los países bajos) u optar por la vía legal.

La via legar empieza a estar mas recomendada, ya que en los últimos anos, las bicicletas han empezado a salir de fabrica con un código único que las identifica (vamos, matriculadas). Asi que si la que tu adquieres ya posee este identificador, y fue denunciada como robada, tu mismo podrías recibir una multa en caso de hacerse la comprobación.

Legalmente y a un precio módico, tenemos tiendas de segunda mano, o como siempre el marktplaats. Os llevo directos a la sección ciclista:

Bicicletas de segunda mano en marktplaats

Pero si lo que queremos es ir a un establecimiento de mas calidad y adquirir una buena bicicleta "de paquete", debemos extremar las precauciones antirobo. Los holandeses con bicicletas de una cierta calidad, siempre contactan un seguro especifico Aun así, sea cual sea nuestro tipo de bicicleta, desde la mas cara y ergonomica, hasta una carraca oxidada cortesía del yonki del barrio, debemos siempre asegurarla con una buena cadena. La razón por la cual hemos de molestarnos en poner un candado cada vez que aparcamos a pesar de no poseer un material mínimamente robable, es que arrojar bicicletas ajenas a los canales es considerado deporte nacional en las holandas (si, su sentido del humor es bastante particular...). Y como todo lo que entra, en algún momento ha de salir, de vez en cuando aparecen los barcos del siguiente video peinando los canales para extraer los miles de bicicletas que reposan en su fondo.

Sobrevivir a la bicicleta (tú y tu bolsillo)

Mientras que pasear en bicicleta por zonas semiurbanas o rurales es simple y seguro, dado que es norma general que allí donde hay una carretera habrá también un carril bici, en los nucleos urbanos, tal como enseña el siguiente video, el tráfico puede llegar a ser bastante caótico.

Es por ello que MacBike, otra de estas empresas de alquiler de bicis (ésta opera en Amsterdam), nos ofrece gentilmente esta serie de consejos para viajar seguros:

 

Y no sólo debemos protegernos de los accidentes, si no también (y especialmente) de la policía, dado que dada la escasez de vehículos motorizados, los simpáticos agentes holandeses no desperdician ocasión de poner una buena multa a todo ciclista o peatón que cometa una irregularidad. Y por cierto, a veces ellos mismos te abordaran conduciendo sus propias bicicletas. En estas situaciones no confíes en lo irrisorio de la escena y ponte en guardia, ya que por muy ridícula que sea su apariencia, ellos vendrán dispuestos a multarte con la misma seguridad que tendrían subidos a un tanque de combate.

Este es el resumen de las principales normas de circulación a las que debemos atenernos:

• Es obligatorio indicar los giros con la mano según el código de señales internacional (vamos, lo que equivaldría a poner el intermitente)

• En teoría, la bicicleta debe tener el guardabarros trasero de color blanco.

• Las luces (blanca delante y roja detrás) deben ser perfectamente operativas. El incumplimiento de este punto es de hecho, una de las mayores fuentes de las multas de las que hablábamos.

• El timbre también es obligatorio.

• Al igual que con el coche, no está permitido conducir superado cierto grado de alcoholemia. Así que por la noche, si vas ebrio y en bici, si ves aparecer a la policía bájate y continua tu camino empujándola.

Y por ultimo pero no menos importante, un par de normas de oro para el peatón, el gran olvidado en este país:

• No camines por los carriles bici aunque la calle parezca desierta y no divises bicicleta alguna en kilómetros a la redonda. Si lo haces... lo adivinas? Multa al canto!


• Aunque a los profanos nos parezca que la situacion debería ser opuesta, es rara la situacion en que un peaton goza de prioridad ante una bicicleta (si es que realmente existe alguna...). Por lo tanto, hemos de pasearnos con mucho cuidado y los sentidos al 100% si queremos ahorrarnos la embarazosa situación de explicar a nuestros conocidos que hemos sido atropellados nada menos que por una bicicleta....

Y ahora, ¿dónde voy yo en bicicleta?

Pues lo dicho, a la oficina, al super, al mercado, a la discoteca... Si la pregunta en el presente contexto seria; donde no voy yo con la bicicleta? Si aun así eres muy planificador o tienes dudas sobre que trayecto concreto tomar, la siguiente web te ayudara:

Planificador de rutas en bicicleta

Solo tenemos que seleccionar, tanto en start (inicio) como en ende (final) el tipo de referencia que queremos utilizar (dirección, código postal, etc...), rellenar esta referencia y pulsar "bereken de route". Entonces el camino nos será indicado al estilo de googlemaps (aunque con una estética mas cutrilla) y con la ganantia de que en todo el trayecto encontraremos carril bici para desplazarlos con tranquilidad.


Para terminar el articulo, un pequeño bonus: la bicicleta cervecera. Es una bicicleta-cervecería también alquilable (pero ésta no solo para pasear, sino para emborracharse mientras uno pasea) que te encuentras de vez en cuando pululando por Amsterdam...